Todo lo que el paciente me cuenta es confidencial y sujeto al más estricto cumplimiento del código ético y secreto profesional.

En mi especialidad, humanista integrativa, es necesario pasar,  además de por años de formación teórica y entrenamiento vivencial, por varios años de terapia personal antes de ser psicoterapeuta y para poder estar en disposición de recibir mi título.

Sé los miedos y reservas en relación a la privacidad, respeto y confidencialidad, que yo misma sentía. Por ello, puedo comprender bien tus reticencias y temores iniciales, si es el caso, a confiar y abrir tu corazón a alguien que no conoces.

Paradojicamente esto también facilita la apertura hacia una figura neutral, en un ámbito privado y terapéutico, así como para el acompañamiento y la facilitación de procesos.

Soy especialmente cuidadosa de observar, sin reservas, una confidencialidad absoluta para cualquier ser humano que está sufriendo y se decide a “confiar en un extraño”.